lunes, 20 de diciembre de 2010





Solidarios 365 Días


          Estos días de últimos de diciembre,  cuando los montes cambian el color otoño  por el blanco invierno, la sociedad de consumo hace su “agosto”.

           Por doquier brillan luces rojas, verdes, amarillas… todos los colores del arco iris están representadas en esas luces de neón,  imán consumista de una sociedad que, seguramente,  no tiene conciencia del  mal que hacen estas fiestas a algunos seres humanos.  

          A pesar que los alberges existentes en Barcelona para las personas “sin techo” (ahora se les denomina así a las personas que nada tienen) son muchos los que prefieren pasar estas noches al amparo de un cajero automático de cualquier Banco o Caixa, al menos la especulación sirve para cobijar algunos seres supervivientes de esta jungla capitalista y cruel.

          Por fortuna para mis amigos Argentinos, esta época del año para ellos es época donde en verano comienza a asomar y la navidad no es fría en lo atmosférico.

          Desde el acogedor y confortable despacho de este  hogar aburguesado catalán,  no puedo  por menos que recordar a mí estimada amiga María del Carmen Ávila y a esa  su familia Solidaria allá en Buenos Aires,  más de 10.000 Km de distancia,  intentando día tras día llevar un poco de alegría a alguna familia de las que la caprichosa existencia no favoreció ni siquiera con lo más esencial.

          Como me gustaría estar junto a ellos, compartir su trabajo de acompañar a aquellos que necesitan un abrazo solidario, compartir mi comida y mis escasos conocimientos acumulados lo largo de estos 60 años. Creo que tengo el suficiente poder de persuasión para conseguir de los almacenes de alimentación de BS algunos kilos de comestibles, los suficientes para hacer sonreír a algún niño y algún mayor.

          El aparente clima solidario que producen astas fechas navideñas solamente es un espejismo, la verdadera solidaridad se debería practicar a lo largo de los 365 días del año. Las injusticias sociales, discriminaciones, xenofobias, torturas y demás atentados sociales  que produce esta humanidad que llamamos civilizada,  no saben de fechas ni calendarios. La especulación continua sin parar, no conoce barreras, es la herramienta con  la que el “capitalismo” utiliza para amasar las grandes fortunas. Es otra forma de imperialismo, prácticamente no difieren demasiado de lo que hacían los estados hace trescientos años,  otra forma de tiranía.

          La actual crisis económica producida por los mismos que se están aprovechando de ella, está poniendo en peligro el “estado de bienestar” que se estaba disfrutando en la Europa de los mercaderes. Los países emergentes “emergen” solamente para una clase social, los bancos y las familias –no llegan a media docena-  que manejan el cotarro en todo este planeta azul.

          Quisiera mediante esta nota enviar mi solidaridad a todos los seres humanos que sufren por alguna injusticia, no importa color político, raza ni religión. Desear que la conciencia llegue a los ciudadanos para entre todos paliar las injusticias.

Salud y mucha fuerza





  

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